Bueno, pues al final ayer no me dio tiempo a publicar este post, pero es que tuvimos un día… ¡a tope! Pero, aunque sea con un día de retraso, voy a retomar el tema que tenía a medias y os voy a hablar de un taller al que acudo con A desde hace ya unos tres meses y con el que estamos muy contentos. Teóricamente se llama ‘Estimulación temprana para bebés’, pero en la práctica es una sesión semanal de una hora en la que jugamos, cantamos y bailamos sin parar. O, al menos, eso es lo que es para nosotros.
Hay dos monitoras muy majas que son las que van dirigiendo cada actividad y luego como ocho o diez bebés con sus respectivas mamás. O papás, pero prácticamente siempre somos todas mamás. Aunque cada día se hacen cosas distintas, la verdad es que hay un orden bastante establecido. Primero nos sentamos todos en círculo y las ‘profes’ van pasando lista para que todos hagamos fiestas al nombrado en cuestión. Es alucinante ver cómo algunos niños más mayorcitos se parten de risa ante tanta atención, saludan con la mano o incluso nos tiran besos a todos. Los más pequeños suelen ir un poco a su bola y los medianos pero tímidos como el mío abren los ojos como platos y si sueltan alguna sonrisilla.
Después nos enseñan algunas láminas y repetimos (las madres) dos veces el nombre de cada cosa. Esto se supone que sirve para que los niños identifiquen las cosas que nos rodean, pero vamos… que muchos nenúfares no hay por mi barrio, no sé por el vuestro. Así que he llegado a la conclusión de que es para que las mamás nos demos cuenta de lo oxidadas que estamos en conocimiento del medio y nos planteemos seriamente echar un vistacito a los temarios de primaria, prestando especial atención a las razas de los perros y los insectos. ¡Qué obsesión!
Bueno, pues después de intentar que no se te note mucho que no tienes ni puta idea de lo que hay fotografiado en la lámina y convertirte en Monchito o Doña Rogelia por un rato, viene el momento socialización con ejercicios para hacer todos juntos. Como bailar con los bebés en brazos e ir haciendo grupitos cuando se para la música, por ejemplo. Esta parte, con la que ahora disfruto mucho, al principio fue de mátame camión. Y es que MNB extraña mucho desde bien pequeñito y eso de que hiciéramos grupitos sin respetar nuestro espacio vital lo llevaba chungo, chungo. Menos mal que allí nadie te mira mal, al contrario, te dicen que les pasa a todos. Y, además, tienes total libertad para darle el pecho, llevártelo a un rinconcito para estar a solas con él… Lo que tu bebé necesite.
También hay una tanda de ‘ejercicios’ adaptados a la edad del bebé. Sobre todo en estos tres meses he visto que están enfocados al equilibrio, por lo que a veces hemos jugado al paso, al trote al galope; otras veces hemos arrastrado una colchoneta con MNB encima… Lo que más me gusta de esta parte, que no dura mucho porque suelen cansarse pronto, es que respetan mucho la evolución del niño y no porque tenga x meses y se suponga que ya tienes que hacer tal lo haces. No, al contrario. Siempre inciden en que no forcemos a nuestros hijos, que esperemos a que ellos sean los que hagan las cosas.
Manipular cosas y tocar juguetes que suenan también lo hacemos todos los días. Y la última parte de la clase, que es la que más le gusta a A sin ninguna duda, nos la pasamos cantando y haciendo coreografías con las manos y los pies. ¡Le encanta! Se lo pasa muy bien, yo creo que por dos motivos: el primero porque le gusta mucho que le cantemos y el segundo porque es al final de la clase, cuando ya está más relajadito y se ha acostumbrado a estar con todos los demás. Porque ya no tengo ninguna duda: A es muy tímido y, además, vive constantemente alerta.
Cuando empezamos con este taller tenía como unos cuatro meses y ya había empezado a extrañar con fuerza. Así que los primeros días (por primeros días digo tres o cuatro, o sea, un mes) lo pasamos regular los dos. Él porque no soportaba que el jaleo que se montaba, ni que nadie le mirara, ni le dijera nada. Y yo por verle a él y porque no sabía qué hacer: si quedarme, si irme, si salir corriendo… Al final hice caso de las otras madres y esperé. A las primeras sesiones íbamos como de expectadores, casi ni nos miraban, ni nos decían nada. Hacíamos todas las actividades, pero si A se incomodaba nos íbamos a un rinconcito y en seguida se calmaba. Poco a poco fue normalizándose todo y ahora es una maravilla. Él se lo pasa bien y yo también.
Por supuesto sigue siendo tímido y cuando le dicen algo le da vergüencita, se medio ríe y se esconde como buenamente puede, pero es que Miniñobonito es así. Y a mí me encanta cómo es. Y me encanta también ver cómo busca a los otros bebés, cómo les intenta tocar, cómo se ríe y cómo se ha superado él solito en tan poco tiempo. Yo también he aprendido mucho estos meses. Primero a respetar sus ritmos y después a jugar a muchas cosas que nunca se me hubieran ocurrido. ¡Lo que da de sí la pasta en forma de lazo o las pinzas!
Estamos muy contentos con este ratito que compartimos con otras mamás y sus bebés. ¿Y vosotr@s? ¿Hacéis alguna actividad con vuestros pequeñ@s?
Estimular a los pequeños de la casa es una idea maravillosa para conseguir que fomenten sus funciones vitales y vayan desarrollándose poco a poco. Existen un montón de juguetes que ayudan a esta causa, consiguiendo la estimulación de los peques y haciendo que se desarrollen aprendiendo y jugando.
Jo, que envidia me da!!! Como me hubiera gustado a mi disfrutar de talleres como esos… Pero en este pueblito no hay de casi nada, como para haber estimulacion para bebés!
Un beso y a seguir disfrutando 😉
Jo, la verdad es que es una pena que no tengas nada parecido porque la verdad es que está muy bien y además hay más grupos para niños más mayorcitos, como Álvaro. ¿Tienes algún pueblo más grandecito con cosas así más o menos cerca?
Jo que buena pinta! Tengo que ponerme a buscar algo así en mi ciudad, a ver si hay suerte. Seguro que los niños se lo pasan pipa y es una buena oportunidad de intercambiar experiencias con otras mamis. Que yo no tengo amigas con niños y me siento un poco sola.
Menos mal que está la blogosfera 😉
A mí me pasa lo mismo, tengo pocos amigos con hijos, así que viene genial para conocer a otras mamás. Y la actividad en sí es muy chula, a ver si encuentras algo parecido que os va a encantar!! 🙂
Pues yo aquí también iba, a unas sesiones parecidas, se llaman playproups y básicamente son iguales a las que cuentas tú, sólo que al final… Había café!!!
Nos vinieron muy bien al principio, para llenar tiempo e integrarnos poco a poco (vivimos en Londres desde hace año y medio…), aunque cuando Juan empezó a ir todos los días a la nursery, tuvimos que dejarlos, no sin pena…
Si te estoy esperando yo aquí para que montemos alguna cosita… ¡y no es coña!
Pues teniendo un espacio no es muy difícil, la verdad. Eso sí, hay que tener mucha imaginación y llevar todos los días algo preparado para los niños. Las chicas que dirigían a los que yo iba, aquí los hay por millones, eran geniales, sobre todo en uno de ellos. Busca espacio y el resto vendrá solo, jajajajaja