Risas que van y que vienen

Risas que van y que vienen

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Otra vez los virus nos han dejado fuera de combate esta semana y, por ende, un poco alejados del blog. Pero es lo que tiene que mi señor esposo trabaje en un colegio, que no hace falta que MNB vaya a la guardería para inmunizarse, ya se trae el pobre todos los bichitos a casa y vamos poniéndonos a tono uno detrás de otro. ¡Ay, qué harta estoooy de la tos perruna y los jeringuillazos de suero! Jou.

Bueno, pero vamos a lo que vamos, que es un tema alegre. Ya os avancé en la última #FotoFinde que MNB había empezado a reírse a carcajadas. ¿Que por qué lo pongo en pasado? Pues porque lo hizo un día, otro más y después… nunca más se supo de ese sonido maravilloso que me tenía más loca de lo normal. Ya le puedo bailar una jota, comerle la tripa o echar el bofe con las pedorretas que… nanai, el niño tiene apretado el botón de Mute y yo no sé cómo desactivarlo. Confío, eso sí, que sea una de estas funciones temporales y que cualquier día vuelva el sonido a casa. Así, sin más.

De momento, y por suerte, el espectáculo continúa. Vuelve a ser una película de cine mudo, pero sin cartelitos. La trama está la mar de interesante y debe ser una comedia porque MNB no para de reírse o sonreírse, como prefiráis, la mayor parte del tiempo. Siempre y cuando le dediques el 100% de tu atención, el 99% ya no le vale, esto es así. En fin, que ya os he comentado alguna vez que es un niño risueño, pero dejad que ponga el modo #madreorgullosisima ON y os cuente con pelos y señales toooodo lo que se ríe.

La verdad es que sonríe desde muy pequeñito. Tengo apuntado por ahí que su primera sonrisa, de satisfacción obviamente, nos la mostró al quinto día de nacer, o sea, al segundo de estar en casa. Desde entonces, su sonrisa no ha parado de crecer; y lo digo literalmente porque si con menos de un mes nos enseñaba toda su mella, ahora abre una boca de león que no le cabe en la cara esa de pillo que se le pone… Miedo nos da a su padre y a mí tanta pillería junta…

El caso es que está medio día riéndose (las noches son harina de otro costal) y eso, quieras que no, ayuda a sobrellevar las ojeras y el cansancio que se produce durante la otra mitad. La gente, hasta ahora, también estaba encantada con las risas del pequeñín, que lo mismo se partía con su madre que con la cajera del supermercado. Peeero, esto ha empezado a cambiar hace unas semanas y MNB se está volviendo más selectivo a la hora de mostrar sus simpatías. ¿Os imagináis lo que ha pasado? Pues que hay a algun@s a los que les está costando entenderlo y asimilarlo. Pero ése es otro post… que el tema tiene su miga…

¿Vuestr@s niñ@s son risueñ@s? ¿Amagaron con las carcajadas y luego volvieron a los soniditos menos espectaculares? ¿A qué edad empezaron a extrañar?

Un abrazo

8 comentarios en «Risas que van y que vienen»

  1. Con el tema de la risa de los bebés siempre me viene a la cabeza el capítulo de Friends en el que Rachel y Ross descubren que Emma sólo se ríe cuando le cantan rap (sobre culos gordos) jejeje. Y es que nunca sabe una con qué vamos a activar ese resorte maravilloso que hace que ellos rían y tú te derritas, y olvides las noches que llevas sin dormir (garantizando con ello la continuidad de la raza humana).
    Migordi también se reía conmigo más que con nadie (of course) ¡y anda que no da gustirrinín emocional eso! Pero vamos, en general es un cachondo total. Con cinco meses se quitaba el chupete estando en el carrito para sonreírle a las señoras (sobre todo en el momento cola del súper, cosa que me venía genial, jejeje).

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    • Jaja, desde luego, son mecanismos para que se nos olvide la falta de sueño e incluso nos entren ganas de tener más! Me parto con lo del súper, MNB no llega a tanto, si le hablan depende de cómo le pilles: igual le echa una sonrisota, que se queda todo serio en plan… qué me estás contando! Bss

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  2. Pixel es tb súper risueño, a mi me flipa todo lo que se ríe, sobre todo cuando me ve, debo tener cara de chiste. La carcajada es mas complicada, le sale con alguna tontá y siempre con las cosquillas así que podemos torturarle para que la suelte jejeje

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  3. Cómo me acuerdo de ese día en el que me decicó sus primeras carcajadas!!! pero mira un día lo voy a contar en el blog jejejeje
    UBMF es un niño muy alegre desde siempre, pero si es verdad que conforme van creciendo se hacen más selectivos tanto con las cosas como con las personas con las que se ríen…y algunos no lo llevan del todo bien!!! jejejej

    Besossssssss

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  4. Ay, cómo te entiendo! Mi pipiolillo también es super risueño con todo el mundo, y claro, así da gusto!!! Ojalá que no cambie porque me encanta que sea así. De momento nos deleita con sonrisas a todos (como bien dices, eso ayuda a sobrellevar las ojeras) y a los más cercanos también con su risa (que no es por orgullo de madre, pero es el sonido más bonito del mundo!!)

    Ya nos contarás el cambio de simpatías de Tu Niño Bonito!!!

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    • Jaja, es que es genial que sean taaaaan simpáticos!!! El cambio de simpatías no es nada del otro mundo… yo diría que lo más normal… lo que pasa es que hay a gente a la que le cuesta entender que hay días y días. ¡Un abrazo!

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