Mañana cumplo 19 semanas de embarazo, así que dejé el primer trimestre hace ya bastante tiempo. Pero, aunque sea a toro pasado, quería hablar de él: de cómo me sentí, de cómo me fue y de cómo me agobié. No quiero olvidarme de nada relacionado con este segundo embarazo: ni de lo bueno, ni de lo menos bueno. Cuando os anuncié que tenía otro bollito en el horno, ya os dije que estaba viviendo mi estado de buena esperanza de una forma muy distinta a cómo lo viví con Adrián. Y es verdad. Ni mejor, ni peor: diferente.
Bueno, al principio lo llevé un poco peor, la verdad. Tuve mucha suerte y, como pasó con Adrián, la cosa fue muy rápida. Del vamos a ponernos sin prisa al estamos embarazados pasaron cosa de 20 días, con lo que la alegría fue enorme, claro, pero el shock de justo después también. Y eso que yo ya me lo imaginaba porque confirmé que mi primer síntoma de embarazo es el insomnio: concretamente, despertarme a las tres de la mañana fresca como una lechuga y no poder volverme a dormir. Pero una cosa es sospecharlo y otra confirmarlo.
Empecé a sentirme mal muy pronto. Tuve unas náuseas horribles que no tenía ni idea de que existían porque en mi otro embarazo vomitaba de vez en cuando, pero me quedaba a gusto. Vivía pegada al wc y con un humor de perros. Por las noches dormir con Adrián abrazado a mí era un suplicio porque el mal cuerpo me acompañaba las 24 horas. Vamos, nada que ver con mi primer angelito, con el que llevé una vida de lo más normal. Con este panorama, no tardaron en asaltarme los agobios y empecé a machacarme a mí misma de tal manera, sintiendo que no iba a ser capaz de atender bien a mis dos hijos, que había días en los que estaba verdaderamente triste. Y, claro, me sentía peor por no estar dando botes de alegría, como debería. Sólo pensaba en Adrián y en todo ‘lo malo’ que le iba a traer tener que compartir a sus padres con un hermanito. Casi me olvidé de todas las buenas razones que tenemos para darle un amigo tan pronto (nuestra gran ilusión desde siempre), que esté con él toda la vida y le haga sentir todavía más feliz.
No queda muy bien contarlo, pero durante bastantes semanas me sentí así. Poca gente de mi entorno lo sabe, claro. Pero si tú querías, ¿no? Y quiero, respondía yo sin saberme explicar mejor. Por suerte, poco a poco la cosa se fue normalizando. Me hablaron del Cariban, del que yo nunca había oído nada porque en el otro embarazo todo fue miel sobre hojuelas, y sentirme mejor físicamente me ayudó a estar también mejor mentalmente. Empecé a ilusionarme de nuevo, a imaginarme con un bebé en el fular y otro de la mano, las noches llenas de besos y abrazos a los dos lados, la teta, los juegos entre dos hermanos tan parejos en edad… y se me pasaron todos los males. Ya casi ni me planteo cómo vamos a dormir porque, sinceramente, me da igual. Ya todo me da igual porque sé que, sea en una cama o en dos, saldremos adelante. He vuelto a ser yo y a sentirme poderosa, pero durante unos meses me hice muy pequeñita.
No tenía pensado contaroslo, ya sabéis: qué vergüenza, ¿no? ¿Qué van a pensar de mí? Mejor me centro sólo en lo positivo. Pero luego, reflexionando sobre ello, me he dado cuenta de que esa etapa ha formado parte de este embarazo. Me guste o no ha estado allí. Y me ha hecho tener mucho miedo. Pero ese miedo se ha transformado en otra cosa y ahora sé que estoy un poquito más preparada para los agobios propios de la bimaternidad. Y que si un día y otro no estoy a la altura, siempre vendrán los siguientes para volver a intentarlo.
El primer momento en el que inicias el proceso de querer ser mami, empieza una aventura nueva en la que vas a tener que experimentar una gran variedad de cambios. En estos momentos, empiezas a buscar los días fértiles, y una vez que crees que has conseguido quedarte embarazada, buscas una gran variedad de test para fiarte 100% de que ha comenzado la aventura. Nosotros creemos que es una experiencia muy bonita y que ponerse en manos de profesionales es estupendo para que te faciliten el proceso.
Yo tambien me e unido a esta super aventura, tengo un nene de 13 meses y embarazada de 20+5 de una nena.
Los sentimientos encontrados que as tenido son normales y creo que casi todas las muneres pasamos por ellos…con el primer embarazo fue todo happy y con este no lo es tanto.un abrazo wapa
Enhorabuena guapa!!! Me imagino que son normales pero ains los sentimientos de culpa pesan un montón. Menos mal que ya se fueron y disfrutamos a tope del embarazo. Gracias por comentar. Besos!!!
Habiendo tenido tres hijos seguidos, también he pensado en eso, pero es porque el embarazo es difícil a veces y agota tanto que hace ser muy negativa. Ya se te pasará. Los míos ahora han crecico un poco y es más sencillo todo. Es pasajero todo lo que vives ahora.
Por cierto, encanta tu logo!!
vamos que ya casi estas en el ecuador del embarazo!! y vas a estar a la altura de esto y mucho más! y los miedos….creo q son algo normal!! besitos!
ainsss muchas gracias, la verdad es que ahora estoy a tope… sólo quiero que llegue el día de verle la carita. Los primeros meses fueron más complicados, pero ya pasaron 😀
Ay, pues de vergüenza nada. Yo te entiendo perfectamente, los temores encima con el malestar físico que ya hace que te sientas tarumba. Jajaja. Seguro que va todo fenomenal. Un besote.
Yo tuve muy buenos embarazos, pero esos miedos que dices… Creo que son comunes. Yo me obsesioné con que Juan tuviese todo, todo igual que Alejandro… Y a veces no se puede. La de veces que le cambié el horario de la toma o la siesta al pobrecito!!!! Había que ir a recoger a su hermano!!!! Y aunque ahora los dos me vuelven loca, no los cambio.
Pues me parece muy normal tu reacción con tanto malestar. Para mi próxima preñez uno de mis temores es justo ese, puesto que mi primer embarazo fue tan bueno que casi me parece irrepetible. ¡Ya vas súper avanzada! Es una suerte que empieces a sentirte mejor y a retomar la ilusión por esa bimaternidad. ¡Es que realmente lo habéis logrado muy deprisa!
¡No tiene por qué pasarte! Hay gente que lleva genial todos sus embarazos. Si no, si te hacen efecto estas pastillas que tomo yo ayudan bastante. Lo peor es que a mí me pilló de sorpresa… no me imaginaba que podía sentirme tan mal por las náuseas, ¡qué ilusa! ¿Y qué? ¿te animas pronto y te sumas al boom bloguero de embarazos? Bss