Mes 1: Conociendo al Señor Ruiditos

Mes 1: Conociendo al Señor Ruiditos

primer mes de vida: conociendo al Señor Ruiditos
¡Ésta es mi postura favorita para dormir! ¡Me encanta!

El martes pasado el pequeño Adrián (alias Ranita, Mr Ruiditos, Gordete, Lobete, Bichillo y Miniñobonito, así todo junto) cumplió su primer mes. ¡Un mes! La verdad es que se me ha pasado el tiempo volando aunque, por otra parte, cuando echo la vista hacia atrás me parece que haga una eternidad del barrigón, los calores sofocantes y el hospital. Cosas de la mente… ¡supongo!

Bueno, el caso es que este primer mes nos ha servido para conocer un poco mejor a nuestro bebé. Y para coger maña a la hora de cambiar pañales, adentrarnos en el maravilloso (y a veces duro) mundo de la lactancia materna y descubrir que sí, que es verdad que el cuerpo se acostumbra a dormir poco. Pero sobre eso habrá otros post (¡espero!). Hoy lo que os quería contar son cinco cosas que el Señor Ruiditos nos ha querido dejar claro en sus primeros 30 días de vida.

  1. ¡Protesto! El Gordete es un protestón de cuidado. No llora muy a menudo (ni muy fuerte gracias a Dios), pero se hace notar contantemente. Ronroneos, jadeos, quejidos… todo vale para decirnos «eh señores, que estoy aquí y no me mola ni un pelo que me tumbéis ni tres minutos en cualquier superficie que no sea vuestros brazos» (o el carrito, o el coche. Ver punto 4). Eso implica el cambiador, que lo hemos rebautizado como la mesa de torturas. (También hay grititos y sonrisotas larguísimas cuando está contento, no todo es quejarse en esta vida). Los ruiditos (de ahí su apodo) son constantes. Los hace de día y de noche; despierto y dormido. Dormido él porque tú te pasas la noche mirando a ver si es que está incómodo, tiene hambre o se ha manchado el pañal. Pero la mayoría de las veces el tío está tan pancho, con los ojos cerrados. Menos mal que casi siempre colechamos y no tengo que levantarme ni nada. De día es distinto… si no haces caso a sus “señales” enseguida pasa a una especie de llanto que, normalmente, va in crescendo…
  2. ¡Con la comida no se juega! Digo normalmente porque cuando el amigo tiene hambre se transforma y el llanto alcanza niveles que no veas. Y eso que en este tiempo he desarrollado una habilidad tremenda a la hora de quitar/subir/desabrochar camiseta y sacar la teta, que la tengo preparada en un santiamén. Pero… el Lobete no entiende de tiempos. Por suerte, no llega a este extremo muy a menudo porque si los ruiditos van acompañados de un alto grado de nerviosismo, pataleos y cara de viejuno enfadado suelo sacar la teta a pasear y ¡listo! Luego dicen que la LM es incómoda.
  3. ¡Trapitos no, gracias! Lo de patalear y bracear no siempre tiene que ver con el hambre. Este niño es muy activo (aunque las visitas que lo ven dormidito no piensen lo mismo, igual es que es un poco asocial como sus papás) y siempre se está moviendo. Explorador que nos ha salido el chico. Así que lo de sentirse seguro envuelto en un arrullo o una muselina para recordar cuando estaba de la tripa de mamá no funciona. De hecho, cuando lo he intentado hemos alcanzado niveles de llanto similares a los del punto 3 y me he llevado más de una patada. Las sabanitas por la noche tampoco le gustan y con lo hábil que es con las piernas con sólo un mes no dura arropado ni cero coma. Sólo accede a que lo envuelvan con los brazos y… ¡a poder ser en posición vertical!
  4. ¡A la calle! Con lo pequeñito que es, imagino que es normal que duerma mucho. Pero en casa le cuesta más conciliar el sueño y normalmente lo consigue en brazos y con cancioncitas (¡por Dios, con lo mal que canto!). En la calle es otro rollo: el carrito es mano de santo, aunque no le engañas… No vale con dar vueltas dentro de casa, hay que salir fuera y estar un ratito. En el coche también se convierte en un Nenuco: le tumbas y cierra los ojos. No, en nuestra cama o en su minicuna no funciona. Mecachis…
  5. ¡Lo quiero, no lo quiero! Miniñobonito tiene cinco semanas, pero… ¡las cosas claras y el chocolate espeso! Es lo que pasa cuando intentas darle el chupete y él no lo quiere. Primero lo suelta y tú, que sabes que sí lo quiere porque le va a calmar o ayudar a dormir, se lo pones otra vez. Él lo vuelve a tirar… como diciendo qué cansina que eres mamá… y tú… otra vez… hasta que ya lo suelta a propulsión, lo manda, generalmente, al suelo y se pilla un cabreo de campeonato. ¡Normal!

¡Y todas estas cosas las hemos ido descubriendo en cinco semanas! Y cada día que pasa hace algo nuevo… que sea lo que sea nos enamora aún más…  ¿Cuántas cambiarán y cuántas se mantendrán? ¿A vuestr@s hij@s les pasaba algo de esto? ¿Vuestros bebés hacen ruidos por la noche mientras están dormidos? ¿Les gusta el chupete? ¿Caen rendidos en el carro y el coche? ¡Contadme!

16 comentarios en «Mes 1: Conociendo al Señor Ruiditos»

  1. Durante los viajes, incluso en los más recurrentes, los coches se convierten en una especie de habitación exterior a tu hogar, llenándose de relevancia y significación por todas las cosas que suceden en él. Todos recordaremos algún viaje largo, con coche propio o de alquiler, en donde se cantaron canciones, se hicieron mudanzas que cambiaron vidas o simplemente se disfrutaron con conservaciones que unían.

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  2. ¡Por fin me he puesto al día con vuestra nueva vida! Me alegro tanto q lo estéis llevando tan bien…sois unos padres geniales!
    Al leer lo de que no dura arropado nada, se me ha venido a la mente unos sacos que usan mucho por aquí para los bebés y que no se si es solo cosa de los ingleses o por allí también se usan. Son como una especie de colcha del tamaño del bebé (un poco más grande) y que se abrocha con cremallera y llega hasta los hombros abrochado con corchetes.Suelen tener mangas que se quitan y se ponen para el verano o el invierno. Yo creo que es un buen invento! seguro que en Amazón los tienen 🙂

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    • Anda… tú que nos miras con buenos ojos 😉 Los sacos sí que se usan aquí también, sí, y de hecho estos días que ha hecho ya más fresco (no digo frío porque frío será lo que tú estás pasando jeje) ya le he puesto uno que le hizo mi madre. ¡Ventajas de tener una abuela (bueno dos) con mucha maña con la costura! Un beso muuuy gordo!

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  3. Feliz cumplemes!!!
    La verda es que el tiempo pasa volando. A mí mucha gente me decía que disfrutara que crecen y no te das cuenta y realmente no es una exageración. Mi pequeña va a cumplir en unos días un año y me parece mentira. Todavía a veces me da la sensacion de que me ha dado una patadita en la barriga cuando estoy dormida!! Es increíble.
    Y sobre lo que dices es brutal ir descubriendo día a día la personalidad de nuestro bebé, sus gustos, sus manías. La experiencia más bella y enriquecedora de la vida!!! Besos guapa y a disfrutar mucho de tu bebé!!!

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  4. Feliz cumplemes!! La verdad es que cambian un montón, lo que hace unos días parecía habitual, de repente no lo hace y se saca una cosa nueva de la manga.
    Mi leoncito no hacía ruidos y casi no lloraba, eso sí, ahora con 7 meses «habla» siempre que quieres escuchar algo interesante, de noche grita porque se le cae el chupete, y si te vas de su lado y está de malas llora como si fuera el fin del mundo.
    Así que aprovecha estos momentos que «mañana» deja de hacerlos!!!
    Un beso enorme muakkkk

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    • ¡Muchas gracias! La verdad es que quería hacer este post porque me imaginaba que cambian un montón y no quiero olvidarme de nada porque son tantas cosas nuevas… ¡La memoria no me va a dar! ¡Lo sé! Jeje. Un besazooo

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  5. ¡Que preciosidad! Recuerdo cuando Vikingo era tan pequeño y me parece que fue hace mil años, disfrutar mucho de estos pequeños-grandes momentos. Un besazo.

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