No es la primera vez que hago un recopilatorio con cosas que me gustaría recordar siempre de Adrián, pero sí me gustaría que a partir de ahora fuera una sección recurrente. El tiempo corre que se las pela y mi memoria empieza a flaquear, así que no quiero que me juegue una mala pasada y, de aquí a unos años, no pueda recordar cómo mi pequeño empezó a andar con los brazos en alto, al ritmo de ‘preparados, listos… ya’, o cómo nos da tropecientos besos al día con un buaaaa que nos deja locos.
Soy consciente de que me quedarán entradas cursis, que a la mayoría os parecerán tonterías sin importancia, pero para mí… para mí son historias llenas de vida y de emociones que me gustaría poder revivir cuando quiera con solo volver aquí. Al fin y al cabo, el principal objetivo del blog es ese: ser un diario de viaje, compartido, pero también personal. Y sin enrollarme más… ¡os dejo con algunas cosas que me encantan de Adrián! Y que me hacen troncharme de risa, llorar de emoción y hasta tirarme de los pelos.
Me encanta cuando te ríes y pones esa cara de ratón con un montón de dientes. Por suerte, la veo casi todo el tiempo porque eres un niño FELIZ con mayúsculas, que siempre tiene a mano una sonrisa o una carcajada que se contagia cada día más.
Me encanta cuando me dices adiós con tu manita para que me esconda y buscas a papá para venir los dos a buscarme mientras levantas los hombros como diciendo dónde está, dónde está.
Me encanta cuando te despiertas pensando en el parque y no paras de repetir gaaan gaaaan porque lo único que quieres es tirarte por el tobogán.
También me encanta cuando los fines de semana, a primera hora, buscas tu abrigo y te vas para la puerta como diciendo… estáis tardando en sacarme de aquí.
Me encanta cuando en plena noche te despiertas en tu cuna y va a papá a buscarte, te coge en brazos y tú señalas con tu dedito y dices clarísimamente aaaaaallí, señalando a nuestra habitación para que te metamos en la cama, me abraces y sigas durmiendo.
Me encanta cuando nos pides a papá y a mí que nos sentemos en nuestras sillas para ir de uno a otro dando abrazos sin parar.
Me encanta cuando me pides que te lea veinte veces el cuento de Pepa viaja en tren, Il Topino Lino o de Chof Chof el camello y te partes de risa con cualquier tontería que hago.
Me encanta cuando quieres elegir la ropa que ponerte y siempre escoges la camiseta del dinosaurio que te queda súper apretada y corta de mangas. Y aunque siempre digo que la voy a guardar, la dejo porque sé que te gusta muchísimo.
Me encanta cuando haces alguna trastada y te llevas las manos a la cabeza para que te digamos madre mía, madre mía y te tronches de risa.
En realidad, me encanta todo de ti, pero estas pequeñas cosas no puedo dejar que se me olviden NUNCA.
Foto | Javiera Balladares
Es precioso!
Muuchas gracias!!!
Me encanta que escribas estas cosas…son tan tiernas y luego te gustará recordarlas. Esta edad es maravillosa y hay que empaparse de ella.
Un beso y me alegro de verte por aquí.
Muchas gracias! La verdad es que ya me estoy empezando a dar cuenta de que hay cosas que se olvidan y… ¡no quiero que pase! Un beso