Cuando Boolino se puso en contacto conmigo para presentarme el libro ¿Y mi sombrero? no me lo pensé y pedí en seguida un ejemplar para reseñarlo. Lo hice, fundamentalmente, por dos razones. En primer lugar, me llamó mucho la atención que fuera un libro para niños con ilustraciones en blanco y negro. Nada de colores estridentes, ni siquiera tonos pastel… dibujos que parecen haberse creado con una pluma de las de antes, con tinta negra y trazo impreciso. Me preguntaba si un libro de estas características podía triunfar entre los más pequeños o si, por el contrario, les resultaría aburrido.
Pero la principal razón de mi elección no fue su estética… sino su trama. Un animal que pierde su sombrero y que pide ayuda al lector para encontrarlo en cada página. Ya veis qué sencilla es, pero mi hijo está completamente obesionado con estos juegos de buscar y encontrar, así que pensé que era justo lo que necesitábamos. Nos pasamos el día buscando serpientes, loros, árboles que pincha… y cualquier otra cosa que aparezca en un cuento o en un escenario real, así que pensé que le encantaría.
Pero, una vez que lo vi, me di cuenta de que encontrar el sombrero era todo un reto para niños tan pequeños. Se esconde entre las páginas mimetizándose con los objetos que le rodean, así que en ocasiones resulta extremadamente difícil dar con él. Para un niño de 18 meses… ¡imposible! Claro, por algo está recomendado para niños de más de 3 años… Por suerte, mis sobrinos superan ese límite de edad y pude comprobar que, a pesar de la ausencia de color, es un libro que les entretiene.
A mí, personalmente, me ha gustado mucho. Creo que da mucho juego y que ofrece grandes oportunidades para pasar un buen rato en familia. Apenas tiene texto y una vez que los niños saben dónde está escondido el sombrero puede parecer aburrido, pero las ilustraciones tienen muchos detalles que nos permiten dar un giro de tuerca y buscar muchas cosas más. También es ideal para los niños que están aprendiendo a contar, ya que puedes preguntarles cuántos árboles hay en una página, cuántas casas o, si son más mayorcitos, cuántas ventanas.
Como suele pasar con los juguetes… cuanto menos hace el juguete, más hace el niño. Tengo la sensación de que, en este caso, pasa algo similar: el libro es sencillo, sobrio y sin demasiados estímulos. Pero desarrolla la creatividad de los más pequeños y les ayuda a mejorar sus niveles de concentración porque a veces las cosas no son lo que parecen. Además, como comentaba antes, encontrar el sombrero es el punto de partida, pero ¿Y mi sombrero? te ofrece mucho más. Lo guardaré pacientemente hasta que mi bebé esté preparado y en ese momento… ¡a jugar en familia!
Puedes comprar un ejemplar aquí.
La verdad es que son pocos los pequeños que se divierten con libros. Sin embargo, el poder que tiene un buen libro es estupendo para potenciar la creatividad, imaginación y diversión de los más peques. Por suerte, son muchos los libros que se pueden utilizar con los pequeños para que pasen un buen rato, siempre buscando aquellos que, además de aportarles diversión, les aporten aprendizaje y sabiduría.