
Ahora que había decidido tomarme en serio el calendario de publicaciones va y pasa algo que me remueve por dentro. Que me obliga a hablar de nuevo atropelladamente y a dejar la organización de contenidos para la próxima semana. Otra vez. Pero necesito compartir con vosotr@s un sentimiento nuevo, que se ha ido haciendo fuerte durante los últimos meses y que afloró ayer con una fuerza increíble: el MIEDO. Lo escribo con mayúsculas porque yo, desde siempre, he tenido miedo a muchas cosas. Y sigo teniéndolo. Pero no es comparable. Nada es comparable al miedo que siento de perder a Adrián.
Ayer, como cada domingo, me senté en el sofá a ver «Viajando con Chester». La segunda invitada era María Belón, superviviente de uno de los tsunamis más feroces de la Historia y la protagonista real de «Lo imposible». Hace dos años fui a ver la película de Bayona al cine con mi madre y lloré mucho. Ayer lloré más o menos lo mismo, pero lo pasé mucho peor. A la pena que sentí entonces se sumó anoche una angustia desconocida hasta el momento y que, imagino, ya siempre me va a acompañar. Aunque intente no pensar en ello y no obsesionarme, el MIEDO está ahí. Y cuanto antes me acostumbre a vivir con él, mejor.
Lo bueno de conocer historias como la de la familia de María es que son bofetadas de realidad que, además de dejarte dolorida durante un tiempo, te hacen abrir los ojos y valorar más lo que tienes. Y yo tengo muchas cosas. Todo lo que necesito para ser feliz. Ojalá no se me olvide.
¿Alguna más sintió el mismo miedo ayer? ¿Cómo le plantáis cara? ¿Vais a ver Lo Imposible el martes?
Os dejo la charla íntegra aquí, por si no pudisteis verla.
Gracias a tu post me enteré de la historia y vi la película. Que experiencia tan dura. La vida te enseña a veces de unas formas insospechadas y la manera en que ella habla de todo lo sucedido… bueno, un nudo en la garganta. Gracias por compartirlo, no había comentado antes, pero me parece justo agradecerte por compartirlo.
Un abrazo!!
Muchísimas gracias a ti por pasarte por aquí! Un abrazo 🙂
Por suerte y por desgracia tengo bastante empatía y ya sentí todo ese miedo cuando vi la película… Me dejó trastocada un par de días, pero la verdad es que aprendí a superar cada miedo día a día y a quedarme con los aprendizajes de cada emoción.
Mucho ánimo, piensa que vivir con miedo es dejar parte de la vida a un lado. El miedo no es más que la alarma para prestar más atención en esos momentos en los que la vida abruma.
Jo, tienes toda la razón en cuanto a lo dejar parte de la vida a un lado… Me tengo que poner las pilas porque no puedo ser tan miedosa. ¡Muchas gracias por comentar guapa!
Por fin he podido ver la entrevista, qué mal! Me quedo con lo que dijo que pensaba cuando estaba debajo del agua. Qué mal debía de estar para poder llegar a pensar eso, no me lo quiero ni imaginar… Cuando vi la película, leoncito aún no existía, pero ahora que lo tengo a mi lado, cada imagen que veo de ella me revuelve aún más dentro.
Espero poder mirarla hoy de nuevo, aunque la verdad no sé si seré capaz por ese miedo que tú cuentas, sólo de pensarlo ya me pongo mala…
Un beso guapa
Muchas gracias por ponerlo, no lo había visto. Menuda jartá de llorar! No quiero ni imaginar lo que vivió esa mujer ni el terrible miedo que debió pasar por sus hijos, por ella, por su marido…. menuda experiencia. Esta noche veré la peli (que tampoco he visto) y así remato el día llorón. Un besazo
Jo, es que tiene que ser… durísimo… ¿Qué tal la peli? ¿Lloraste mucho? Un besooo!
A mí la película me hizo llorar mucho, qué experiencia tan dura… Por cierto, sí que ha habido a más personas que las pasó como a ti, mira esta entrada: http://www.conbotasdeagua.com/miedos-de-madre/
Casi casi le habéis puesto hasta el mismo título! Qué casualidad.
Feliz día♥
María {La cajita de música}
Yo también lloré mucho, al final no pude verla de nuevo el martes, pero casi mejor… sé que lo hubiera pasado fatal. ¡Me dijo también una amiga lo de con botas de agua! Con lo bonito que es ese blog, me ha hecho ilusión coincidir en este tema, aunque ella lo cuenta mucho mejor, claro! Un abrazo
Ese miedo creo que lo tenemos todas, pánico a perder a los nuestros o a verles sufrir. Yo, que hacd años sufrí una tragedia en la que perdí a una persona a que que quería muchísimo, desde entonces solo pido no volver a pasar por algo similar…no lo soportaría!!
La peli no la he visto, no quise verla en su momento por el momento en que nos encontrábamos y no se si la veré hoy…no me apetece pasarlo mal.
Besossssssssss
Vaya, ¡cuánto lo siento! La verdad es que viendo la peli lo pasas mal… ¡y eso que sabes que el final es feliz! Pero también creo que te ayuda a relativizar más las cosas que, a mí, falta me hace… le doy importancia a unas tonterías… Por cierto, tengo atrasados dos capítulos de Queriendo ser madre porque el resto de post los puedo leer más por encima, pero esos… me gusta estar al 100%… A ver si hoy tenemos una tarde tranquila y me pongo a ello! Un beso!
Ufff, pienso como tú, qué afortunados somos los que tenemos a quien queremos cerca! Me hizo pensar mucho, y también sentí angustia al oír cómo contaba su experiencia, lo que pensaba y sentía. No desgrano nada para que quien no la haya visto, no deje escapar una entrevista conmovedora. No logró imaginar el sentimiento de vacío, miedo, terror, ahogo… que tuvo que pasar ella y muchos miles más, creyendo que habían perdido lo que más querían! Ufff… Mañana no me pierdo la peli, que es versión extendida!
Un saludo,
Zena
(PD. Vengo de FBC
¡Ni yo! La veré otra vez, aunque con el sueño que gasto últimamente no sé yo si llegaré al final… ¡Pero lo voy a intentar! Eso sí, con MNB muy cerquita! Un abrazo!! Gracias por comentar por aquí 🙂
Yo no pude verlo, últimamente estoy de lo más sensible. Y sí, ese miedo a perder a los hijos es más fuerte que nada en este mundo, yo creo que somos capaces de mover montañas para salvarlos. Un besazo.
Jo, yo también… no sé qué pasa que me emociono con todo! Pero tengo un punto masoca y creo que volveré a ver la peli esta noche, a sabiendas de que lloraré mucho y me angustiará más… ¡No me entiendo ni yo! Un abrazo!
Gracias por poner aquí el vídeo, porque yo no ví mas que la primera entrevista. Es una emoción grandísima, el vello de punta pensar que es una persona cercana, una vecina a la que ésto le ha pasado y que podría ser yo misma. Todo se te remueve y al final en qué piensas pués en los tuyos. Nada hay más importante. Los tuyos. Simplemente.
¡De nada! La verdad es que sí, no somos conscientes de lo afortunados que somos. Y, desde luego, lo más importates son los nuestros. Un abrazo!